Nuestra tarea es predicar, enseñar a aquellas personas que no saben acerca de Jesús, y es una lástima que no sepan de esto, así que acerquemos nos y sin vergüenza prediquemos. Jesús estará orgulloso y nos ayudará en cada momento, alegremos nos de poder hacerlo y aprovechemos esta gran oportunidad. Pueden contarles de Él a sus amigos del cole, a sus tíos o primos, a sus papás, a sus abuelos a maestras y muchísimas personas más. Agradezcamos a Jesús, porque Él nos da esta oportunidad.
Él antes le enseñaba a sus discípulos, tomemos su ejemplo y mostremos a la gente que tenemos fe.
Una persona no solo se da cuenta de que otra persona tiene fe por su forma de hablar, sino también por sus acciones.
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